Lejos de haber muerto, el email marketing ha revolucionado la forma en que las compañías se relacionan con sus clientes en todo el mundo. Ya sea en su forma más tradicional como servicio posventa o, lo que se ve cada vez más, como una serie de estrategias de segmentación de contenido que busca una profunda fidelización e identificación de marca, el email marketing no deja de reinventarse, ni de crecer.
De acuerdo a un estudio publicado en Statista a finales del 2021, el mercado global del email marketing se valuó en 7,5 mil millones de dólares en 2020, y se pronostica que pasara la barrera de los 10 mil millones de dólares para 2023. Entonces, ¿cómo puedes subirte a la ola del email marketing?
Define a tu audiencia:
Como en todo aspecto de cualquier rama del marketing, conocer a tu audiencia es absolutamente fundamental. Debes saber a quién le estás escribiendo en un nivel mucho más profundo que simples datos geográficos o etarios: debes saber qué le gusta, qué redes sociales utiliza, cuáles son sus intereses, lo qué le apasiona. Solo así podrás enviar contenido relevante que conecte con tus clientes al punto de que, idealmente, esperaran con ansias tu próximo correo.
Y también debe serlo darse de baja. Ambos casos (la suscripción y la des-suscripción) giran en torno a lo mismo: cada vez es más importante para los usuarios y clientes tener control sobre sus datos y sus contenidos. Así, a la hora de suscribirse, hay que asegurarse de pedir la menor cantidad de datos posible (lo ideal: el nombre y el correo); a su vez, es una buena práctica incluir al final de cada correo la opción de dejar de recibirlos.
Personalizar tus campañas de email marketing puede llegar mucho más lejos que simplemente segmentar qué correos recibe cada grupo determinado de clientes: etiquetas de nombres, ofertas y descuentos especiales en fechas de cumpleaños, recomendaciones de productos, y avisos personalizados (de abandono de carrito, por ejemplo), entre otros.
Pero es importante trazar una línea y no pasarse, porque si llevamos la personalización demasiado cerca del cliente, puede volver extraño y terminar por generar rechazo.
En todo negocio la consistencia es, más que la clave del éxito, su requisito más básico. Hoy en día abundan las herramientas para automatizar los correos que enviamos a los clientes. Una campaña de email marketing correctamente automatizada garantiza confianza y, a su vez, una imagen de seriedad y garantía, en el cliente.
Mide, mide y mide. La realidad es que, si no mides tus resultados, estarás trabajando a ciegas. Debes poder determinar en cada campaña de email marketing qué es lo que funciona e, igual de valioso, qué es lo que no: qué asuntos, qué remitentes, qué botones, qué forma de contenido, qué largo de textos, qué fechas y qué horarios, todo lo que puedas medir te ayudara a afinar tus campañas para lograr tasas cada vez más altas de éxito, traducido en ventas y en fidelización.
Por lo pronto, no parece que email marketing vaya a dejar de crecer: es una herramienta sumamente efectiva con un costo de inversión relativamente bajo. Es por esto que, como en todo en el mundo de los negocios y, sobre todo, de Internet, cuanto antes te subas a la ola, mejor lograras surfearla.
